sábado, 24 de marzo de 2007

Kraken Sapiens

La cámara se mueve lenta y suavemente acompañando a la instructora. Ella con gran paciencia explica cómo se debe usar el bodyboard. Nunca he sido fanático de ese deporte, pero aprovechando que hay uno disponible, lo tomo y entro al agua.
Casi sin quererlo, todos siguen atentamente la lección. Aún cuando menos de la mitad pondrá en práctica lo aprendido.
Estamos en la orilla, sin embargo las olas comienzan a llegar cada vez más grandes. Me aburro, le paso el bodyboard a un niño que ciertamente le dará mejor uso que yo. Bocanada grande y me sumerjo contra la ola.
La instructora continúa la lección, explicando el origen de este deporte. Al ir braceando bajo el agua, veo algo que me inquieta: un calamar muerto, es de color amarillo pero la muerte lo ha desteñido.

La gente comienza a gritar de algarabía al ver que cada ola se hace mayor que la anterior. Los niños ponen en inmediata práctica lo aprendido con la atractiva instructora televisiva.

Un hombre me habla feliz acerca de las olas, yo asiento con una sonrisa. De pronto una ola de 2 metros se abalanza furiosa, yo sonrío porque sé exactamente qué hacer, no en vano he pasado toda mi vida cerca del mar. Mi circunstancial compañero grita algo ininteligible mientras yo me lanzo contra la ola, sintiendo su fuerza sobre mi espina. Al otro tipo no lo vuelvo a ver, supongo que arrancó a la arena.


Nuevamente me sumerjo, al ir buceando veo un calamar rojo, nuestro repentino encuentro nos asusta a ambos.
La gente está feliz, el éxtasis de las olas ha tomado a todos por sorpresa. Un poco más allá diviso otro calamar. ¡No! Los he estado confundiendo todo el tiempo, en realidad no son calamares sino pulpos. No sé cómo he podido confundirlos.
El pulpo es enorme, tiene unos tentáculos de unos 2 metros de largo. Es de color amarillo grisáceo. La gente parece no darle mayor importancia, me sumerjo y veo otro pulpo, muerto. Parece tener un tamaño un poco menor. Asumo que algún cambio climático los ha de haber traído a la costa. Tal vez sea responsabilidad de El Niño. Mismo fenómeno que, con sus aguas cálidas, trae a las peligrosas medusas.

Otra ola, ésta vez de casi 3 metros. Me sumerjo feliz de la vida. Justo antes de salir a la superficie alcanzo a divisar un pulpo; de por lo menos una tonelada y treinta metros de alcance, nadando cerca de la balsa ubicada en el centro de la poza. No siento miedo del pulpo sino de mi extraña tranquilidad al verlo. Es casi como si intuyera su presencia, aún desde cuando estaba mirándole el trasero a la instructora.

De pronto alguien grita: ¡Miren! ¡Dos pulpos gigantes se están atacando! Yo miro en dirección a la pelea y veo que un pulpo rojo está atacando a otro amarillo, pero ninguno es el que ví delante de la balsa. Entonces con una sonrisa malévola exclamo: Eso no es nada, ¡¡¡el otro si que es grande!!! La gente me mira, luego dirige su mirada hacia donde estoy apuntando y empiezan a gritar, mientras la enorme bestia marina lanza por los aires a tres desprevenidos bañistas. El agua se vuelve rojiza mientras restos humanos salen a la superficie, como si hubiesen sido atravesados por cuchillas. Yo sonrío, pensando que estos tontos no se merecen ser testigos de tan magnífico y dantesco espectáculo. A fin de cuentas ellos sólo ven al mar como un lugar de diversión, en el cual lanzar su basura, su felicidad enlatada. Ellos no entienden el lenguaje de las olas, no saben guardar el respetuoso silencio que le debemos al mar. Súbitamente ¡despierto!

Si fue una pesadilla, entonces ¿por qué desperté sonriendo?

No aguanto las ganas y al otro día me voy a la playa, me esfuerzo por soportar los eternos quince minutos hasta llegar. Me adentro caminando por el rompeolas, hasta llegar paralelo al límite de pequeños flotadores de corcho. Contrario a mi costumbre, me lanzo al agua de inmediato. Mientras braceo bajo el agua veo la figura de un pez que se asusta por mi presencia, sonrío y sigo avanzando. Poco a poco siento la presión oprimiendo mi tórax, soy un esclavo del maldito oxígeno, en pocos segundos deberé ascender. Al llegar al límite de boyas veo una multitud de gente, todos en sus malditos botes inflables, con sus malditas sonrisas, comentando cosas que ni al mar ni a mí nos interesan. Ignorando lo que va a pasar, siguen chapoteando mientras yo, sereno, toco el cuchillo que llevo pegado a la pierna derecha. Entonces alguien dice:” ¡Ey! ¡Miren! ¡Un calamar muerto!”. A lo que respondo con una enorme sonrisa: “No es un calamar sino un pulpo”.

domingo, 18 de marzo de 2007

Recuento de vacaciones(2ª parte)

Luego de pasar algunos días en Buenos Aires, decidimos emprender rumbo a Mar del Plata. Confieso que yo no iba muy convencido, siempre desconfío de cualquier producto,lugar, artista con demasiada publicidad. Pero felizmente me equivoqué.
Esta ciudad balneario es una delicia, una ciudad turística de tomo y lomo. Esto se nota en varios hechos:
- Preocupación por una buena atención.
- Amabilidad de su gente.
- Flujo de gente durante todo el día y gran parte de la noche.
- Coherencia de la línea arquitectónica, especialmente el borde costero.
- Al igual que en Buenos Aires, los servicios están disponibles hasta las 4:00 am.
- El clima es muy agradable, no tan caluroso como el de Buenos Aires y sin tanta humedad. El mar influye bastante en eso, al actuar como regulador térmico.
- El ánimo de la gente para pasarlo bien sin preocuparse por "el qué dirán".

Con respecto al último punto, en Mar del Plata confirmé mi impresión inicial con respecto al estilo de vida argentino. El disfrutar la vida, dándole mayor importancia a la felicidad del día a día por sobre el ostentar cosas.

En la rambla se hallan variedad de shows callejeros: humoristas, músicos, bailes al aire libre con cantante incluido, hip hop. También hay tiendas,ferias de artesanía y un casino(el cual no visité, porque perder plata no está dentro de mis hobbies).

Lo único malo es la poca preocupación de los veraneantes por mantener las playas limpias, al final de cada día la arena estaba repleta de basura. Sería esperable una mayor preocupación de parte de las autoridades y de la propia ciudadanía.

En los días de estadía pude disfrutar del clima, de la comida, de las calles, de paseos por la rambla, de shows de todo tipo. En resumen lo pasé muy bien y espero volver algún día.

viernes, 9 de marzo de 2007

Recuento de vacaciones (Primera parte)

Barrio La Boca.
Y volví. Qué decir, mi paseo por Argentina fue bastante mejor de lo que esperaba.

Aquí va el desglose.

Alojamiento: Llegamos al mejor hostal de Boedo(barrio tanguero por excelencia). Me alojé en la menesunda, ubicada en pleno centro de Buenos Aires.
Algunos precios, para que se hagan una idea.
ar$ : peso argentino.
USD$: dolar.
ch$: peso chileno.

opción más barata: habitación simple USD$9 --> ch $4900
opción más cara : habitación(king size) c/baño privado USD$27 --> ch $14700

Si viajan en grupo(3 o más personas) el costo promedio será de USD$12 --> ch$6500 p/persona.

El hospedaje incluye cocina compartida, WiFi, un computador con internet, sala de estar con tv cable. También tiene servicio de lavandería.

Comida: Es difícil hallar un lugar donde la comida sea mala. Tuve oportunidad de comer en locales de comida rápida(hamburguesa bien buena por apenas US$0,8), restaurantes de rango medio(El Santo, Rivera Sur) y alto(La Rueda, Viejo Almacén). Si bien cambiaban la presentación, ingredientes y calidad de los platos, el veredicto común era uno solo: comida sabrosa. El único punto en contra, el pan. Sólo en los restaurants más caros lo hallé bueno. Me abutagué degustando ravioles, canelonis, pastelonis, spaguettis, bife chorizo(¡plato imperdible!), milanesas, peceto, etc.

Ravioles con estofado ar$8 --> USD$2,6 --> ch$1400
Ravioles con manteca ar$8 --> USD$2,6 --> ch$1400
bebida 500 cc ar$3 --> USD$0,97 --> ch$530
hamburguesa ar$2,5 --> USD$0,81 --> ch$440
ensalada(tomate,cebolla,lechuga) ar$4 --> USD$1,3 --> ch$708
Tenedor libre ar$14 --> USD$4,54 -->ch$2480 si quieren viajar gastando poco ¡¡ésta es la mejor opción!!

Los platos son contundentes y sabrosos. La ensalada simplemente deliciosa.

Casas justo frente al Estadio La Bombonera
Transporte: Jajajajajaja A través de internet me enteraba del caos del Transtortuga, mientras en Buenos Aires yo tomaba el colectivo(bus) por apenas ar$0,8(USD$0,26 o sea 142 pesos chilenos). Los buses son bien antiguos(de hecho me acordé del bus que Robert De Niro maneja en "A Bronx tale") pero cumplen su función en gran forma. Todos los paraderos están señalizados, existen cobradores automáticos(con monedas) y todo funciona bastante bien.

Servicios: Algo que me encantó de Buenos Aires es que la mayoría de los servicios están abiertos hasta la madrugada. Los cibercafés están hasta las 3:00 am, los kioscos siguen de corrido, algunas verdulerías también. Los restaurantes cierran a las 03:00am(incluso algunos a las 4:00am).

Informaciones: En casi todas partes existen señales, mapas, anuncios que permiten guiarse fácilmente por la ciudad. Y en caso de estar desorientado se le pregunta a la persona más cercana(a cualquiera!) y se obtendrá una amable guía para llegar al lugar deseado. A tal punto llega la amabilidad que junto a mi viejo y mi hermano estábamos planeando el recorrido del dia siguiente, mirando un mapa en la entrada al Metro, de noche(1:00am aprox.). Y un automovilista paró el auto en plena calle sólo para preguntarnos si necesitábamos ayuda. Buenos Aires(y sus habitantes) es una ciudad amable, relajada pese al trajín propio de una capital. Todos se dan el tiempo de disfrutar un café, de pasear al perro(casi no ví perros vagos), de conversar con el vecino. A vuelo de pájaro podría decir que los argentinos no están tan obsesionados como nosotros con el tener(auto/casa/dvd/tvplasma) sino más bien con el ser(amigo/vecino/hincha/paseante).

Si quieren ver FOTOS