Desde nuestra más tierna infancia se nos enseña que la mentira es algo malo, muy malo. Todos los padres nos machacan frases como "debes decir la verdad siempre" o "es malo mentir", frases que a final de cuentas son en sí mismas, mentiras.
Porque nos guste o no, toda sociedad establece cierto sistema de creencias que más allá de su veracidad empírica, son aceptadas como verdades sociales(ej:religiones). Y aparte de las consideraciones morales que pueden sonar muy lindas en el papel, en la vida cotidiana debemos lidiar con niveles de verdad(o mentira, según sea el punto de vista).
De hecho, los niños más pequeños son los únicos que aplican las enseñanzas paternas al pie de la letra. Y por ello se dice que son inocentes, porque aún no aprenden que hay cosas que es preferible callar en determinados momentos. Lo cual es una forma simpática de decir que aún no aprenden a mentir. Y esto se debe a que somos seres sociales, y toda interacción social implica en mayor o menor medida, mentir. De lo contrario nos enojaríamos a cada rato y con todo el mundo.
La psicología nos dice que la capacidad de mentir es señal de inteligencia. Osea que la Moneda y el Congreso están llenos de genios.
Me llama la atención la contradicción vital que implica tratar de vivir con la verdad por delante, dentro de una sociedad que en gran parte se sustenta en mentiras consensuadas. Y con ello no estoy afirmando ser un tipo veraz(sería mentiroso negar mis mentiras) o criticar la mendacidad circundante, simplemente plantear la duda: Si reconocemos las mentiras que sustentan buena parte de nuestra convivencia ¿cómo establecer el límite? ¿Cuál es el punto de equilibrio?
Por supuesto que hay situaciones en las que ni una mentira puede zafarnos, como cuando una mujer hace la pregunta más capciosa del universo: ¿Me veo gorda? Pero ese otro tema jajajaja
PD: Nunca les creo a quienes terminan una frase diciendo: "...¡de verdad!" ¿Es que acaso el resto del tiempo mienten?
Ahora vuelca tu mentira más veraz(animus irónicus)
Update: Para los "cuadrados", no propugno un relativismo moral(¡qué episcopal esa frase!). Lo que busco es ver el criterio que cada quien usa para establecer un límite entre mentiras "aceptables" y de las otras. Partiendo de sincerarnos ante la verdadera naturaleza de la convivencia.
Iron Maiden - No more lies
Porque nos guste o no, toda sociedad establece cierto sistema de creencias que más allá de su veracidad empírica, son aceptadas como verdades sociales(ej:religiones). Y aparte de las consideraciones morales que pueden sonar muy lindas en el papel, en la vida cotidiana debemos lidiar con niveles de verdad(o mentira, según sea el punto de vista).
De hecho, los niños más pequeños son los únicos que aplican las enseñanzas paternas al pie de la letra. Y por ello se dice que son inocentes, porque aún no aprenden que hay cosas que es preferible callar en determinados momentos. Lo cual es una forma simpática de decir que aún no aprenden a mentir. Y esto se debe a que somos seres sociales, y toda interacción social implica en mayor o menor medida, mentir. De lo contrario nos enojaríamos a cada rato y con todo el mundo.
La psicología nos dice que la capacidad de mentir es señal de inteligencia. Osea que la Moneda y el Congreso están llenos de genios.
Me llama la atención la contradicción vital que implica tratar de vivir con la verdad por delante, dentro de una sociedad que en gran parte se sustenta en mentiras consensuadas. Y con ello no estoy afirmando ser un tipo veraz(sería mentiroso negar mis mentiras) o criticar la mendacidad circundante, simplemente plantear la duda: Si reconocemos las mentiras que sustentan buena parte de nuestra convivencia ¿cómo establecer el límite? ¿Cuál es el punto de equilibrio?
Por supuesto que hay situaciones en las que ni una mentira puede zafarnos, como cuando una mujer hace la pregunta más capciosa del universo: ¿Me veo gorda? Pero ese otro tema jajajaja
PD: Nunca les creo a quienes terminan una frase diciendo: "...¡de verdad!" ¿Es que acaso el resto del tiempo mienten?
Ahora vuelca tu mentira más veraz(animus irónicus)
Update: Para los "cuadrados", no propugno un relativismo moral(¡qué episcopal esa frase!). Lo que busco es ver el criterio que cada quien usa para establecer un límite entre mentiras "aceptables" y de las otras. Partiendo de sincerarnos ante la verdadera naturaleza de la convivencia.
Iron Maiden - No more lies