Renacer...una y mil veces

Ayer la tristeza me visitó puntualmente, como cada 21 de Mayo. El recuerdo de mi mamá se hace más vívido y la pena flamea en mi semblante.

Aún recuerdo su último abrazo de despedida, su voz, la lozanía de su piel que no conocía del paso del tiempo.

Cuando ella decidió irse, sentí como si me hubiesen arrancado el alma de cuajo, todo perdió sentido, cada segundo era una agonía. Las palabras de aliento, los rostros compasivos, los proyectos, los sueños, nada importaba realmente. Porque cada mañana significaba despertar a la peor pesadilla.

Cuando ella decidió marcharse una parte de mí murió con ella…

Elegí continuar sólo por la porfía de pelear contra dioses indolentes, para blandir mi dolor contra el mundo. Hasta que acepté que la vida continúa, que con penas y alegrías vale la pena vivir, amar, sufrir, caer y levantarse. Porque tengo la suerte de contar con mi viejo, mi hermano, mi tía, mi prima y amigos invaluables. Hoy sé que el dolor es parte de la vida y que ésta no es más que un gran collage de momentos alegres y otros tristes.

Agradezco a todos mis amigos y amigas por su apoyo incondicional, no saben cuán importante ha sido en estos tres años.

Cuando la bruma nubla mi vista sigo el faro de mi esperanza, sabiendo que, aún cuando no la vea, siempre hay luz al final del túnel.

Pink Floyd - Wish you were here