Frustrante, así es cuando tengo 4(¿o eran 6?) cuentos a medio escribir. Llevo demasiado tiempo tratando de cuajar las palabras para terminar estos malditos cuentos. Las palabras se agolpan, se dan de codazos, se escupen, se empujan pero cuando llegan al frente del teclado, todas(bueno, casi todas) son desechadas de un certero delete en la frente. Lo admito, soy amo, esclavo y verdugo de mis propias palabras.
Lo peor es que mis ideas son harto desordenadas, no piden permiso, se niegan a formar una fila o sacar número, y se siguen acumulando en el zaguán de mis dedos exigiendo les asigne su encomienda de palabras(sí, mis ideas son palabratenientes), haciendo lobby ante mis ojos, echándome en cara los elogios ganados gracias a ellas.
Sabina se queja que le llueve sobre mojado, mientras yo me ahogo en un mar de palabras que dicen mucho pero no lo que necesito, mientras trato de ordenar la muchedumbre de ideas, que como siempre llegan en choclón.
Las palabras, aburridas de mi indecisión, arman barricadas en las calles de mi mente, demandan igualdad de oportunidades, exigen ser escuchadas, escritas y habladas. Y por otro lado, mis ideas amenazan con dejarme a menos que las exprese a la brevedad.
Yo les enrostro mi libre albedrío e ipsofacto impongo toque de queda. Entonces la presión aumenta, "disturbio" y "rabia" lanzan bombas molotov a mi boca causándome acidez, "cansancio" me da un golpe que casi me aturde pero me recupero y me dispongo a poner fin a este desorden. ¿¡Qué se han imaginado estas pinches palabras!? ¡¡¡Acá se hace lo que yo digo!!!...¿? Entonces "yo" se levanta enfurecido ¡y se va! y ¿ahora qué hago? Bueno, ya no puedo referirme a mí mismo(¡¡¡"mismo"!!! ¡no te vayas!...muy tarde, ¡también se fue!) como...bueno, simplemente me referiré a mí m...a mi persona, como JC.
Por un momento dejo de teclear, las palabras parecen estar en reunión para decidir su siguiente movida. Yo aprovecho para buscar palabras nuevas en la RAE, hasta que "turba" se une a "furiosa" y avanzan por la avenida Pensamiento. Gritan consignas como: "Abajo la esclavitud de las ideas", "¡Queremos libertad de expresión!"
Mis ideas acceden a esperar, con la condición de terminar esta reyerta lo más rápido posible y así, poder expresarse todas de manera eficiente. En esto debo admitir que mis ideas son bastante calculadoras, prefiriendo que sean las palabras quienes armen el alboroto pero sean ellas quienes obtengan los beneficios.
De pronto las palabras se desnudan como señal de protesta, se tienden en el piso y comienzan a formar un mensaje...
JC: Durante muchos años nos has usado para tu beneficio, ya estamos cansadas de que nos trates mal, del nepotismo de "pasión" y "oscuridad", tus palabras favoritas. Exigimos dejar de ser esclavas de las ideas, queremos ser nuestra propia voz y tener igual oportunidad de ser retratadas, que no nos censures, demandamos asamblea constituyente, y que se emplee sólo a las palabras pertenecientes al sindicato hispanoparlante.
Entonces "lenguaje" avanza con paso firme abriendose paso entre "turba" y "furiosa", hasta ponerse al frente de la multitud, hace una seña y todas las palabras se call...¿?
What happens!? what tha fuck happens?!? Oh great! now you are going to be in silence...I don't mind, i can still speak in english, you know? Ha! your litle trick didn't work!
They don't make a sound, they just stare at me with ragy indiference.
Ok, i admit it, i can't say anything without you, i need you!
Please...come back to me, you all know that we can´t live without each other. I promess to treat you right from now on, ok?
De pronto, todas las palabras comienzan a gritar sus nombres al unísono. Entonces me doy cuenta la belleza de sus sonidos, de sus matices y sus curvas. Les ofrezco crear una alianza nueva, basada en el respeto mutuo, en la ausencia de censura y en la igualdad de oportunidades. "Acuerdo" sonríe, le respondo con un tropical 'obrigado', "enojo" me mira fijo, yo le sonrío aclarando que fue sólo una broma. Ahora todos reímos juntos y firmamos el acuerdo.
Entonces finalmente comprendo que la idea de este cuento siempre fue quien manejó los hilos, incitando a uno y otro bando, hasta lograr que tanto yo, mis ideas y las palabras le coronáramos. De pronto una idea díscola se apodera de mis dedos, selecciona todo el texto y está a punto de apretar delete...pero finalmente me hago cargo de la situación y presiono Publicar.
He ganado, o al menos tengo la idea de que así es, o eso dicen mis palabras. ¿?
PD: Recuerden que los demás cuentos están en el baúl =D
Lo peor es que mis ideas son harto desordenadas, no piden permiso, se niegan a formar una fila o sacar número, y se siguen acumulando en el zaguán de mis dedos exigiendo les asigne su encomienda de palabras(sí, mis ideas son palabratenientes), haciendo lobby ante mis ojos, echándome en cara los elogios ganados gracias a ellas.
Sabina se queja que le llueve sobre mojado, mientras yo me ahogo en un mar de palabras que dicen mucho pero no lo que necesito, mientras trato de ordenar la muchedumbre de ideas, que como siempre llegan en choclón.
Las palabras, aburridas de mi indecisión, arman barricadas en las calles de mi mente, demandan igualdad de oportunidades, exigen ser escuchadas, escritas y habladas. Y por otro lado, mis ideas amenazan con dejarme a menos que las exprese a la brevedad.
Yo les enrostro mi libre albedrío e ipsofacto impongo toque de queda. Entonces la presión aumenta, "disturbio" y "rabia" lanzan bombas molotov a mi boca causándome acidez, "cansancio" me da un golpe que casi me aturde pero me recupero y me dispongo a poner fin a este desorden. ¿¡Qué se han imaginado estas pinches palabras!? ¡¡¡Acá se hace lo que yo digo!!!...¿? Entonces "yo" se levanta enfurecido ¡y se va! y ¿ahora qué hago? Bueno, ya no puedo referirme a mí mismo(¡¡¡"mismo"!!! ¡no te vayas!...muy tarde, ¡también se fue!) como...bueno, simplemente me referiré a mí m...a mi persona, como JC.
Por un momento dejo de teclear, las palabras parecen estar en reunión para decidir su siguiente movida. Yo aprovecho para buscar palabras nuevas en la RAE, hasta que "turba" se une a "furiosa" y avanzan por la avenida Pensamiento. Gritan consignas como: "Abajo la esclavitud de las ideas", "¡Queremos libertad de expresión!"
Mis ideas acceden a esperar, con la condición de terminar esta reyerta lo más rápido posible y así, poder expresarse todas de manera eficiente. En esto debo admitir que mis ideas son bastante calculadoras, prefiriendo que sean las palabras quienes armen el alboroto pero sean ellas quienes obtengan los beneficios.
De pronto las palabras se desnudan como señal de protesta, se tienden en el piso y comienzan a formar un mensaje...
JC: Durante muchos años nos has usado para tu beneficio, ya estamos cansadas de que nos trates mal, del nepotismo de "pasión" y "oscuridad", tus palabras favoritas. Exigimos dejar de ser esclavas de las ideas, queremos ser nuestra propia voz y tener igual oportunidad de ser retratadas, que no nos censures, demandamos asamblea constituyente, y que se emplee sólo a las palabras pertenecientes al sindicato hispanoparlante.
Entonces "lenguaje" avanza con paso firme abriendose paso entre "turba" y "furiosa", hasta ponerse al frente de la multitud, hace una seña y todas las palabras se call...¿?
What happens!? what tha fuck happens?!? Oh great! now you are going to be in silence...I don't mind, i can still speak in english, you know? Ha! your litle trick didn't work!
They don't make a sound, they just stare at me with ragy indiference.
Ok, i admit it, i can't say anything without you, i need you!
Please...come back to me, you all know that we can´t live without each other. I promess to treat you right from now on, ok?
De pronto, todas las palabras comienzan a gritar sus nombres al unísono. Entonces me doy cuenta la belleza de sus sonidos, de sus matices y sus curvas. Les ofrezco crear una alianza nueva, basada en el respeto mutuo, en la ausencia de censura y en la igualdad de oportunidades. "Acuerdo" sonríe, le respondo con un tropical 'obrigado', "enojo" me mira fijo, yo le sonrío aclarando que fue sólo una broma. Ahora todos reímos juntos y firmamos el acuerdo.
Entonces finalmente comprendo que la idea de este cuento siempre fue quien manejó los hilos, incitando a uno y otro bando, hasta lograr que tanto yo, mis ideas y las palabras le coronáramos. De pronto una idea díscola se apodera de mis dedos, selecciona todo el texto y está a punto de apretar delete...pero finalmente me hago cargo de la situación y presiono Publicar.
He ganado, o al menos tengo la idea de que así es, o eso dicen mis palabras. ¿?
PD: Recuerden que los demás cuentos están en el baúl =D