jueves, 31 de julio de 2008

Santa Pamela

Me bajo en la avenida Alberto Hurtado con Maipú, el sol agoniza a lo lejos. Recuerdo el mapa que vi en internet, busco la intersección que establecí como referencia y camino hacia allí. Voy mirando de reojo los nombres de las calles y a los angustiados que acechan en las esquinas.

Me acerco a una mujer que viene bajando la cuesta, le pregunto por la calle Carlos Ibáñez del Campo. Ella me dice algo en voz baja, tan baja que me contento con su brazo extendido apuntando hacia el cerro.
Comienzo a subir por el pasaje, el cual es tan inclinado que debo subir casi gateando, lo cual sumado al peso de mi mochila, me confiere una figura cuasimodesca. Las miradas del vecindario me reconocen ajeno, así que apresuro el paso.

Finalmente llego a la casa que busco, golpeo una puerta de madera desvencijada. Una mujer muy joven se asoma por la ventana, me ausculta con la mirada, me pregunta quién soy y a qué vengo. Lo cual me hace sentir casi como un subversivo dando un santo y seña. Luego de escuchar mi nombre y motivo, me abre la puerta.

La habitación parece sacada de un cuadro de Dalí. Este living devenido en dormitorio/sala de estar parece una oda kitsch, el computador es usado como una especie de perchero. Ella echa un reclamo al aire por el desorden de su hermano, yo le pregunto sobre el color de las zapatillas que están junto al monitor. Ella se sonroja, nos miramos y nos reímos ante la rosada evidencia. Veo una chaqueta de mezclilla con lentejuelas sobre la impresora, le pregunto si también es de su hermano, se ríe y admite que es de ella.

Miro a mi alrededor, las paredes están cubiertas por una especie de papel mural gastado. El piso de madera cruje ante cada paso que doy. Desde la muralla una virgen María me mira compungida, mientras Pamela Anderson, su compañera de muro, me impacta con una pose libidinosa. Muro de contradicciones, pero quizás más sincero que cualquier iglesia. Cavilo en que, de arrodillarme, voy fijo con Pamela.

La mujer me pregunta cuál puede ser el problema. Le digo que debo desarmar el computador, para determinar con certeza la causa de la falla. Ante la ausencia de una mesa, me ofrece la cama. Por un segundo mi mente relampaguea, calurosa. Hago un esfuerzo para que una sonrisa no diluya mi semblante de seriedad profesional.

De pronto ella apoya sus rodillas y sus manos sobre la cama, tratando de ver lo que hago, mientras me sigue bombardeando con preguntas, que ahora incluyen cuestiones personales. El dolor en mi espalda me obliga a hacer una pausa, me voy parando y al levantar la vista, me topo con su mirada. Ella me mira con la picardía inocente de un niño travieso.

Al ir bajando hacia la avenida, diviso la ciudad en todo su esplendor. Aún cuando el frío azota mi rostro, mi cuerpo se mantiene tibio.

11 comentarios:

Jaime Ceresa® dijo...

Eso sería pagar con CCC???
Me gustó el final...dejarlo abierto para que cada cual saque sus conclusiones.

Cuídate.-

Daniel. Te invito a visitar http://eldeportero.wordpress.com dijo...

Buena historia, sobre todo el final que queda a gusto de quien lee.
Saludos

Bandolera dijo...

jjajajja....no nos puedes dejar con la incertidumbre....buen texto, te invita a leer jajaja. Cuento o vivencia personal? seguro lo segundo.
Un abrazo y no se nos pierda tanto.

Alejandra dijo...

Sí, bueno el final. Al menos ir al servicio técnico para ti es entretenido, para mí sigue siendo algo totalmente fome. Necesario igual.
Saludos

Perro dijo...

más allá de los post, etc, etc, buena onda que estes de vuelta por el ciberespacio, hacen falta tus opiniones, saludos.

Juan Carlos dijo...

Jaime Ceresa: Las facilidades de pago hoy en día son muchas jajaja

Saludos.

Daniel: En mi aprendizaje literario debo probar todas las formas, estructuras, finales,etc. Por eso opté por dejar el final abierto.

Saludos.

Bandolera: Jajajaja ¿por qué algunos se tomaron esto en serio? Estoy tratando de contextualizar mis cuentos en la ciudad donde vivo, pero sigue siendo ficción. Mis vivencias personales me las guardo o a lo más aparecen en algún poema.

Ya pasó la locura, ahora me daré más tiempo de bloggear.

Un beso.

Alejandra: Yo me entretengo hasta en la fila del banco, mirando a la gente, inventando historias o tratando de deducir sus vidas. Y con mi inseparable mp3 player, le pongo música a dichas historias. Creo que mi mente es cinematográfica. No confundir con que me pase películas jajajaja

Besos.

Bellaco: Por un instante me sentí importante =D . Gracias por el apoyo. Trataré de aparecer más seguido.

Saludos.

Zorro Network dijo...

La pega ideal po, ja,a,ja. En serio ahora, buena pluma, y que final, es como que muchos quisieran.

Juan Carlos dijo...

Danilo: Jajajajaja De ideal, ni tanto. Me gusta por la libertad que tengo, pero hay días en que algunos usuarios me sacan de quicio.

El final está abierto a interpretaciones.

Me llama la atención que todos asuman que es una historia real. No niego que tiene elementos de realidad pero al parecer me tienen demasiada fe. De conquistador tengo bien poco jajajaja

Saludos.

Anónimo dijo...

Mish que te pille jc mira que a tú y a la peuca se van a ir de wamache xD!

Está chistoso sobre todo por la wa de cuasimodo onda tan empinada la wa?

Uh belle je pose me ye su sa robe de gitane(8) lalala

ah como te quedo el ojo un fragmento del jorobado de notre dame de paris cuando quieras te hago concierto y te lo canto ;D

Le pego a la weaita ^^

Besitos sensei y solucioname la wa del rmvb xD

Sayonara *O*

Juan Carlos dijo...

Super Waxona:A ver, ¿cómo es el asunto?

Primero, esto es FICCIÓN.
Segundo, yo no le rindo cuentas a nadie. Así que la realidad colada en el cuento es asunto mío.

Píntale el mono a otro, no a mí, mish!

Sí, en realidad es una de las calles más empinadas que haya visto.

Je veux te mettre le saucisson entre les fesses, sauvignon, le blanc, pepe lepuff.

Nahh, búscate otro formato. Real Player sucks!!

Anónimo dijo...

Pero tonz po ¿cuál me sirve? y tu francés sux XD

Aps yo te dije lo que necesitaba ^^