El tiempo tenía razón

Mi papá es suplementero, por lo que desde niño siempre estuve rodeado de decenas de diarios y revistas. Cuando apenas aprendía a leer me limitaba a observar las portadas y veía a los ricos y famosos, o que al menos aspiraban a serlo. En algún momento de mi niñez soñé con ser como esas personas, pensé en llegar a tener fama y fortuna.

Con el tiempo dejé de desear ser millonario o famoso. Cambié ese sueño infantil por una meta muchísimo más dificil: ser un tipo normal, que trabaja para pagar sus cosas, que no pasa por encima de otros para ganar más plata o ascender de puesto, que es fiel a sus principios, que cuida de los suyos.

Fue al madurar que comprendí la lección que el tiempo siempre me puso enfrente. Aprendí que el verdadero modelo a seguir no estaba en las portadas de los diarios ni revistas, sino en quien las cargaba en sus cansados brazos, mi papá.

De él aprendí a no medir mi riqueza en billetes sino en la cantidad de amigos sinceros. Él no es famoso pero es reconocido por ser honrado, trabajador, incansable luchador sindical y por siempre cuidar de los suyos.

El 13 de Agosto recién pasado celebramos su cumpleaños 59, ¡ojalá que sean muchos más!