domingo, 22 de octubre de 2006

Los Tres en Antofagasta

La fila no estaba tan larga, afortunadamente se tomaron los recaudos para que no hubiesen aglomeraciones y la entrada fuera lo más expedita posible. Una vez dentro del Estadio Sokol se palpaba la ansiedad, poco a poco la gente se comenzó a impacientar hasta que la banda salió a escena. En ese momento la energía de la masa simplemente explotó y la complicidad de ayer fue la de hoy, en un concierto memorable.

Se nota que los años no pasan en vano, y no lo digo por los kilos extra o las patas de gallo, sino porque el talento de estos músicos se nota decantado. El espiritu lúdico de sus presentaciones en vivo permanece intacto, sumándole ahora la tranquilidad de saber que no tienen que demostrar nada a nadie, que pueden experimentar, improvisar, jugar y hacer cuanto quieran sobre el escenario, porque cuentan con un público incondicional. Y es precisamente asi cuando más impresionan. Porque al talento indiscutido, ahora se suma la experiencia de quienes vienen de vuelta de la fama. Lo cual, entre tanto grupo desechable, es un verdadero alivio.

Sobre el escenario se dieron cita el jazz, el blues, la cueca y el rock en un cóctel lleno de adrenalina, nostalgia y energía desbordante. Y el público supo corresponder la entrega de la banda, coreando cada canción.

De todos los conciertos que he visto de Los Tres, éste fue sin dudas el mejor. Se nota que su retorno está cargado de la calidad de siempre, una energía renovada y un infatigable amor por la música que los lleva a crear una sinergia sonora, donde confluyen melodías que viajan desde el delta del Misissipi y los callejones de Detroit y New York para juntarse con las cuecas choras del tío Roberto Parra. Una apuesta arriesgada que sólo los que saben pueden sortear con éxito.

Los Tres han vuelto, mejores que nunca.

jueves, 19 de octubre de 2006

Historias de micro

Hoy decidí ir al centro, luego del trabajo. Fui al paradero, me subí a un micro de la línea 103 y me senté en la segunda fila, al lado opuesto del chofer. Todo bien, hasta llegar al centro(Ossa con Maipú). De pronto un tipo de muy mal aspecto le dice al chofer: ¿Sossio me lle'a? (en dialecto flaite: amigo me puede llevar gratis). A lo que el chofer, luego de dudar por unos segundos, le dijo que si. Craso error, porque el tipo se sentó al final del pasillo y a los pocos segundos, entre varios pasajeros, se sube otro tipo con peor aspecto que el primero. Me llamó la atención que pasara sin pagar. De pronto me fijo en su mano derecha y veo un estoque. En ese segundo pensé: Glup! esto es un ajuste de cuentas entre delincuentes.
No pasaron ni 3 segundos, cuando veo una literal estampida de pasajeros corriendo hacia la puerta de adelante, me paro y miro hacia atrás y veo al primer tipo sentado sujetándole el brazo derecho(armado) al otro. El chofer no atinó a nada, varios pasajeros se bajaron despavoridos, otros nos quedamos viendo el terrible espectáculo. Hasta que el "choro" con el estoque decidió bajarse, no sin antes amenazar al otro tipo con golpearlo o algo peor. Los pasajeros que no arrancamos nos quedamos mirándonos perplejos, tratando de asimilar esos demenciales minutos.

Es bastante obvio que ese chofer jamás volverá a llevar a nadie gratis, que muchos pasajeros no se podrán subir tranquilos a un micro sin sentir algo de angustia y que yo no dejaré de andar en micro, precisamente porque es allí donde se pueden capturar momentos alegres, románticos, chistosos, atemorizantes. La vida misma, con todos sus claroscuros.

Eso me gusta de andar en micro, siempre hay materia prima para escribir nuevas historias

domingo, 8 de octubre de 2006

Campeonas del mundo

Recién se dió la noticia de que las chicas del equipo de hockey patín femenino se acaban de coronar campeonas del mundo, al vencer con gol de oro a la poderosa escuadra de España.

Probablemente todos se subirán al carro de la victoria, los canales de televisión hablarán in extenso de éste equipo de chicas, de sus historias de esfuerzo, de cómo se gestó su epopeya.

Todos hablarán de Chile campeón, yo prefiero decir chilenas campeonas. Porque éste triunfo es el resultado del escaso aporte del Estado al deporte, del nulo interés de los medios; que prefirieron transmitir un insignificante partido de fútbol entre Chile y Perú, del insuficiente aporte privado en apoyo de nuestros deportistas y, seamos francos, del chaquetero apoyo de todos nosotros. Porque cada vez que algún deportista chileno triunfa, todos nos sentimos parte de ese triunfo, pero cuando les va mal les damos la espalda.

Lo más seguro es que las entrevisten hasta el cansancio, que las inviten a la Moneda, que los oportunistas de siempre aprovechen de sacarse la foto marketera, que los matinales reemplacen uno de sus tantos segmentos banales para usufructuar de ese triunfo cuya génesis les es ajena.

Parece el sino de nuestros deportistas el labrarse el camino al triunfo a fuerza de heroísmo, autofinanciamiento y un amor por el deporte a toda prueba.

Me alegro profundamente por ellas, porque derrotaron a los mejores equipos del mundo, porque se sobrepusieron a su condición de amateurs, porque se atrevieron a soñar más allá de las probabilidades, pero principalmente porque supieron poner su amor al deporte y a Chile, por sobre el egoísmo displicente y la desidia de todos quienes hoy patudamente, celebran este triunfo. Pero no se dejen engañar, esta victoria no es de nadie excepto de ellas y de su cuerpo técnico.

Hoy como siempre la historia hablará de "Chile campeón", eso suena a hombre. Pero esta gesta tiene alma de mujer, de mujer chilena: bella, aguerrida, valiente, sagaz y generosa. Por eso digo:

¡¡¡CHILENAS CAMPEONAS!!!


PD: Olvídense de la regla del post actual, pueden seguir comentando los posts de los monjes gozadores...mi blog, mis reglas.

Foto: www.latercera.cl

viernes, 6 de octubre de 2006

Libro de los legendarios monjes gozadores(2ª parte)

Requisitos para ser un monje gozador

Se requiere una mente abierta y desprejuiciada. El camino del gozo demanda la búsqueda constante de la felicidad tanto propia como ajena, por lo que se debe renunciar al egoísmo (¡el que no convida es expulsado!).

Todo monje gozador debe tener sentido del humor, un fuerte arraigo con su tierra de origen (sin caer en nacionalismos trasnochados), un profundo sentido de la amistad y saber disfrutar de todo lo bueno que ofrece la vida.

No tenemos dogmas, cada quien puede creer lo que se le antoje. Esto permite discutir todos los temas desde una perspectiva amplia, sin caer en discursos mesiánicos ni miradas absolutistas.

En nuestra orden no se aceptan postulaciones. Todo nuevo (o nueva) integrante debe recibir una invitación de un monje.

Todo promesante debe cumplir con el rito de iniciación, esto es: convocar a un Concilio Gozador y deberá invitar a los demás monjes, procurando que éstos puedan caminar por el Camino del Gozo en tranquilidad.

Adecuándose a los nuevos tiempos, nuestra Orden ha decidido crear un curso especial para mujeres, para obtener el grado de Sacerdotisa del Gozo, siendo la primera promesante: Hi Hi Puffy Zaidiyummi (éste es su nombre ritual).


Plegaria gozadora

Tinto nuestro

Tinto nuestro que estás en la chuica

navegado sea tu nombre

venga a nosotros tu pipeño

hágase tu voluntad en caja como en botella

danos hoy el alcohol de cada día

perdona nuestras “medallas”

como nosotros perdonamos a los que no nos venden

no nos dejes caer en detención

líbranos del agua mineral

¡Salud!



Notas del Gozo

Nuestro pecado original fue tomar la(s) manzana(s)... ¡para hacer chicha!

No somos religión sino filosofía de vida gozadora.

No hacemos retiros espirituales sino espirituosos.

No fuimos bendecidos por el cáliz sino por el pitcher.

Nuestro guía espiritual no tuvo Última Cena sino Última Caña.

No nos bautizan en una fuente sino en una ponchera.

Buda alcanzó el nirvana gozador, de ahí su guata y su cara de contento.


De izq. a derecha. Pablo el apóstol de Kunstmann, Jorge (el rey del mango sour), Astrid (socia del Aquelarre y fundadora del Club Social Campanario Sour) y su cuasi esposo Batu (el edecán de parrilla).

Tengan paciencia, la milenaria sabiduría del gozo les será revelada a todos (y todas) por igual. Mientras tanto, tomen asiento, destapen una cervecita y disfruten la vida.

Salud!os