jueves, 25 de diciembre de 2008

Maravillosa Navidad

No sé cómo pueden existir personas que no les guste la Navidad. Deben ser seres amargados y tacaños, incapaces de imbuirse del espíritu de tan maravillosa fiesta.

Porque no hay nada más dulce que endeudarse a destajo, tratando de suplir con cosas materiales el amor que no damos en el resto del año. Es genial ir a última hora a comprar regalos y reclamar porque el centro está lleno de gente igual que uno, ¡personas que aman la navidad! Si a eso le agregamos el calor estival se configura una escena adorable, con olores tan...navideños.

Es conmovedor ver a los niños exigiendo juguetes que cuestan un ojo de la cara, mientras sus padres casi lloran de emoción al ver el exiguo aguinaldo navideño. Mientras los ladrones hacen sus colectas involuntarias y por sorpresa, los ambulantes copan todas las veredas. ¡Qué linda es la Navidad!

Y ni hablar de esa linda tradición del amigo secreto, en que los colegas se hacen regalos aunque no se soporten, eso habla del espíritu cristiano.

No me cabe duda que Jesucristo estaría feliz y orgulloso al ver que en su cumpleaños, las personas van a misa, rezan y dejan el materialismo de lado. Si es cosa de ver la austeridad del Papa y Los Legionarios de Cristo o el Opus Dei.

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Caleidoscopio

Me gusta ver que Antofagasta muestre rostros morenos, negros, asiáticos, rubios, etc. Me gusta ver que haya aunque sea un atisbo de diversidad cultural, racial y étnica. En el cibercafé me ha tocado atender a rusos, indios, australianos, peruanos. Y siempre trato de ayudarlos, por que sé lo intimidante que puede ser buscar información en un país extraño, más aún en un idioma que no es el propio. Aclaro que Shakespeare hubiese hecho arcadas al escuchar mi inglés, pero igual es mejor que el de los rusos o indios que me ha tocado atender, que hablan en una mezcla de inglés y ...mimo.

Es paradójico ver que los mismos que reclaman escandalizados por la actitud déspota de los aduaneros españoles o los carteles ofensivos de Suecia(el país, no la calle, aclaro para los poco despiertos XD), sean los mismos que luego discriminan a los peruanos de la Plaza de Armas, en Santiago.

El problema no son los inmigrantes, sino la inmoralidad de quienes contratan a dichos inmigrantes pagándoles sueldos de hambre, pasándose las leyes laborales por buena parte. No es pecado ni delito trabajar para tener que comer. Si defendiéramos dicha visión estaríamos validando la xenofobia rampante de Mr. Bush y la discriminación española y el cuasi nazismo de Suecia.

Y no me vengan con el cuento de la delincuencia, porque esgrimir eso sería darle razón a la discriminación de España en contra de los chilenos. "¿Usted nació en Sudamérica? Ah entonces usted es un delincuente. Linda lógica, ¿no?

lunes, 1 de diciembre de 2008

Nombres

¿Por qué algunas personas nombran a sus hijos con el mismo nombre que los padres?

Siempre he pensado que es un poquito demasiado egocéntrico nombrar a los hijos con el nombre de uno mismo. Aparte de poco original es confuso, sobretodo cuando llaman por teléfono.

Chile es un país xenófobo que adora lo extranjero(¡vaya incoherencia!), siempre y cuando no sea de nuestros vecinos. Y de ahí que vemos niños y niñas con nombres tan estrambóticos como Hanyello, Brian, Jeremy, Joshua, Jason. Dichos nombres van acompañados de apellidos latinos, cuando no mapuches. Me resulta ridículo que quienes tengan dicho linaje, opten por extranjerizar los nombres de su descendencia cuando debieran sentirse orgullosos de su herencia mística y ancestral.

Hay nombres autóctonos hermosos como Millaray, Lincoyán, Aymara, Rayén, Lautaro. ¿Por qué optar por nombres extranjeros. ¿Es que acaso pretender oxigenar su herencia a la par de sus cabellos?

No tengo dudas que aparecerán, si no lo han hecho ya, niños llamados Wisin Flores o Yandel Jopia. Quien sabe, tal vez en 40 años saldrá electo presidente Rakim Flores. Y su primera dama, Leidy Dayana Zapata. Osea, no porque el perreo haya tenido resultados ¿inesperados? se tiene que condenar a la criatura resultante a tener nombre reggaetonero.

Esta tendencia parece enmarcarse dentro del arribismo tradicional. A falta de una dote económica, cultural o de cualquier otra índole que se le pueda legar a la criatura, se opta por darle un nombre "distintivo".

Juan Carlos es nombre compuesto, no me pidan que expliqué por qué, simplemente así me lo enseñaron. Pero en mi casa me dicen Carlo, así sin S, a lo chileno. Y me gusta que me llamen así. De hecho mis amigos más cercanos siempre me dicen así.