sábado, 7 de enero de 2006

665





El sol brillaba en lo alto del cielo, yo rebosaba de alegria y orgullo por ser mi primer día como Supervisor de Prevención de Riesgos de la constructora, todo un logro para alguien con apenas dos años en la empresa.
Sobre nuestras cabezas la enorme grúa levantaba las vigas del quinceavo y último piso. El gigante mecánico giraba lentamente, el rugido de sus motores se diluía en el incesante ruido urbano; sólo su sombra delataba su ominosa presencia.
A la hora de almuerzo iba caminando por una plaza aledaña a la construcción en la cual estaba trabajando, cuando encontré un pequeño libro tirado en el pasto, lo tomé y seguí caminando hasta llegar a un pequeño café con mesas afuera del local, donde los clientes solían beber café o jugos mientras deleitaban la vista con las mujeres que pasaban por el lugar. Abrí el librillo que comenzaba así:

"Ella tenía una pequeña consulta donde atendía de 9 a 6. Ese día debía abordar un avión asi que agarró su maleta y se subió a un taxi. Al acomodarse en el asiento notó un pequeño librito que seguramente alguien había olvidado allí, lo hojeó rápidamente y lo echó a su bolso de mano, pensando que sería una buena entretención durante el vuelo.
Al subir al avión sintió cierta inquietud pero no le dio importancia pensando que era debido a la ansiedad por llegar pronto a su destino. El avión despegó sin contratiempos, ella miró a través de la ventanilla y observó el mar en plenitud.

A la media hora de vuelo recordó aquel librito que encontró en el taxi, revisó su bolso de mano y se dispuso a leerlo acompañada de un martini.
Mientras leía aquel pequeño libro de cubierta negra comenzó a sentir escalofríos, de pronto un motor del avión se comenzó a incendiar. Las aeromozas trataron de calmar a los pasajeros, la voz del capitán se escuchaba a través de los parlantes dando palabras de tranquilidad. De pronto el avión pareció estabilizarse, las aeromozas volvieron a dibujar su sonrisa plastificada para alivio de los pasajeros. Ella seguía intranquila, pidió otro martini. Al cabo de una hora las cosas estaban calmadas, por unos momentos se puso a pensar en todas las cosas que hubiese dejado inconclusas en caso de que el avión hubiese caído. Luego pensó para sí:"si este maldito avión se cae por lo menos he de terminar de leer este librito".

Volvió a abrir el librito en la página donde había quedado antes del incidente con el motor izquierdo. De pronto sintió escalofríos, los que atribuyó al aire acondicionado. Continuó leyendo y de pronto una mueca de espanto se dibujó en su rostro, miró el título del cuento y unos momentos más tarde el motor derecho comenzó a lanzar humo negro hasta cubrir el fuselaje, las personas comenzaron a gritar, en medio del caos las aeromozas trataban inútilmente de calmar a los pasajeros.

El grito ahogado en su garganta fue reemplazado por el aullido de la multitud a su alrededor, mientras el avión caía en picada hacia el mar. Una vez más miró el título del libro y sonrió al entender la ironía de ser una vidente que no previno su propia muerte. El ruido de los motores se fundió con los gritos de la multitud aterrorizada, desde lejos el avión parecía una gran bola de fuego aullante. Todos los pasajeros sabían que estaban condenados...pero sólo ella sabía por qué."

Sobresaltado, en ese instante detuve mi lectura, algo me hizo dudar de leer las últimas líneas...pero mi curiosidad pudo más. Respiré hondo y seguí leyendo.

Cuando finalmente comencé a entender, el terror se apoderó de todo mi ser. Sintiendo una mano fría e invisible sobre mi hombro, dudé varios minutos hasta que finalmente miré la portada y el título decía '664'. De pronto toda la gente a mi alrededor estaba gritando y corriendo despavorida, ¡¿yo no sabía por qué!?...hasta que levanté mi vista y vi al gigante mecánico cayendo justo sobre mí.

11 comentarios:

Nathalia dijo...

esta re weno, verdad, me gusto el final , el titulo del cuento muy bueno, esta re weno te felicito
un beso
chau
pd: esta re weno el cuento

Daslav Vladilo dijo...

kiuu como estamos???

felicitaciones esta muy bueno ...:D

saludossss

Clayton, una vez fui pingüino dijo...

Igual me gustó el thriller,
Felicitaciones-

ni cagando recojo un libro.

Marlencita... conquistando el universo dijo...

oye... tay escribiendo casi tan bien como yo!!!
(si ohhhh!!!)
M

Gonzalo Muro dijo...

Estupendo cómo mantiene la tensión narrativa hasta el desenlace. Un saludo.

Juan Carlos dijo...

Nathalia:Me alegra que te haya gustado tanto!.

Besos

Icequeenwh: Gracias por tus elogios...jajajajaja, Stephen King chileno es como mucho pero igual se agradece!.Escribo por gusto no por $$ asi que no pienso dejar de hacerlo. Yo también te quiero.

Besos

Alienígena Reptiloide: Muchas gracias por tus felicitaciones.

Saludos

Clayton: Jajajajaja tu frase final es el mejor elogio!

Un abrazo

Nag_beth: Gracias por el apoyo constante cumpa.

Salud!os

Marlencita: Yo escribo ficción, tú escribes realidad. Y lo haces con una sinceridad que yo admiro.

Besos

Great White Wonder: Me cabecié como dos meses para lograr el efecto deseado, de tus palabras deduzco que lo logré!.

Saludos

Viddeara dijo...

Hola! gracias por tu visita a mi altosubterraneo.
Saludos.

Nathalia dijo...

pucha cabro captaste la idea de la fotito, me emocione con el comentario esa era la idea
gracias
besos

Emilio dijo...

Muy buen relato, entretenidísimo. Quizás el librillo debiste dejarlo por ahí para que alguien más compartiera la aventura.

Salu2

Juan Carlos dijo...

Viddeara: Siempre es un gusto visitar a mis "amiblogs"

Saludos

Nathalia: Fue lo primero que se me vino a la mente cuando vi las fotos!

Besos

Emilio: Gracias, me alegra que te haya gustado. Lo de dejar el librito por ahí es el próximo paso.

Saludos

Anónimo dijo...

No hay duda que es tu mejor cuento sin duda, eso es verdadera amgia, conseguiste mi atención hasta el final menos mal que no era un número de esos ^^

si no ya no estaría acá no?... xD un ciber JC sale de la pantalla por el msn y me estrangula con el cable de usb que terrible te imaginas xD

Zaidita.