Crónica de una muerte(estúpida) anunciada

Toda muerte es lamentable, sólo por el valor intrínseco de la vida. Sin embargo la idolatría al naturalista Steve Irwin me merece serios reparos.

Si bien es cierto, y loable, su preocupación y su compromiso con el medio ambiente, no es menos cierto que su método de educar(?) dejaba bastante que desear. Nunca fui fan de su programa, primero porque siento aversión al inteligible acento australiano, pero eso es un detalle. La cuestión de fondo es que me choca que los medios endiosen a una persona tan insensata y ególatra. Una cosa es educar(?) mostrando (de la manera más circense posible) las costumbres, instintos y reacciones de los animales salvajes. Pero arriesgar a su propio hijo ante las fauces de un cocodrilo, sólo con el afán de llamar la atención sobre su persona me parece irresponsable, pero que los medios hayan hecho eco de ese acto como una gran hazaña naturalista, dándole gran cobertura a tamaña estupidez me parece impresentable. Más aún cuando eso dio pie a que otros....¿naturalistas? ¿tarados? ¿domadores al aire libre? siguieran sus pasos, siendo el "bichólogo" su patética versión criolla.

Su muerte sin duda es lamentable, porque deja a su familia desolada y porque además sienta el funesto precedente de que se vale cualquier cosa con tal de ser famoso. Ya que su show "educativo" se diferenciaba de Jackass sólo por sus locaciones exóticas y los animales salvajes, siendo la estupidez y patológica necesidad de atención sus elementos en común. Y la evidencia más palpable de ello es que su última voluntad, habría sido que se mostrara el video que registra su muerte.

Siempre pensé que su deceso sería estúpidamente estrafalario, y lamentablemente no me equivoqué.